La verdad (dejando a parte mis creecias o no creencias religiosas), debe ser divertido sentarse en la puerta de la iglesia a cotillear (la calle en ese día da mucho juego para eso) hasta que por fin ...Haga su entrada la esperadísima Madre de Dios y toda su procesión.
Estuvieron tan quietecitas, tanto rato, que me fue fácil dibujarlas.
Es alucinante pasear por estas avenidas megalíticas. Nos perdimos, sobre todo yo, claro. Aproveché la espera para dibujar el boceto a lápiz y recuerdo que cuando terminé, me apetecía comer un bocata de chorizo "en concreto", es que soy muy spanish y ya estaba harta de tanto crep.
De una foto tomada por mi queridísima mj (si no lo digo me espera la muerte segura) en una noche un poco pasada por agua en Berlín. Esta iglesia es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, pues recuerda su destrucción en la II Guerra Mundial; de hecho no fue reconstruida a propósito.
Este par de guiris pelirrojillos me pillaron in fraganti, por lo que dada mi condición de persona que se corta, cerré el cuaderno y se me guarreó un poco la sombra de la parte inferior. Nada... Cosas del natural.
Fueron años de mi más tierna infancia pidiendo a los Reyes Magos una hermanita, debe ser que fui buena y al final me la trajeron. Hoy, a veces, parece mayor que yo por las lecciones que me da.